
Souvenir para dejar huella en un evento
A nadie le amarga un dulce. Esta realidad incuestionable se solapa al hecho de que lo gratis, siempre gusta más que lo que cuesta obtener. El ser humano posee esa condición de gorroncete nato por mucho que se empeñe en ocultarlo. Es raro y difícil encontrar algún mortal que se niegue a recibir un obsequio sin tener que hacer nada