No sé vosotros, pero yo no soporto intentar montar ninguna pista de música en el ordenador y escuchar lo que sale por los altavoces integrados de la pantalla, y digo “lo que sale” porque suena tan mal que no se le puede llamar música. Lo digo en serio, no entiendo cómo puede haber alguien que se ponga la música tirando en el ordenador mientras ellos hacen cualquier otra cosa, yo acabaría de los nervios. No sé, qué se compren una minicadena o algo ¿no?
También he probado a ponerle buenos altavoces enchufados a la torre, pero sigue sin tener un sonido claro y ya me he cansado de gastarme dinero haciendo pruebas la verdad, pero os traigo la solución perfecta “made in me” y os puedo asegurar que es una puñetera pasada.
Me compre un altavoz de torre en Todomuybarato.es. Este tipo de altavoces han sido para mí todo un descubrimiento porque realmente pensaba que eran una basura y cuando los probé tuve que comerme mis palabras. El caso es que me pillé uno de Digivolt, una marca no muy conocida (lo que hace que tenga productos económicos) pero que cuenta con muy buena calidad la verdad, y cuando me llegó a casa lo enchufé directamente al ordenador de sobremesa mediante usb. Puede parecer una locura pero os aseguro que no lo es… ¡Menudo cambio ha pegado el sonido! Ahora hasta veo películas en el ordenador, aunque no lo haya comprado para eso.
Lo necesitaba para mi trabajo
Como muchos de vosotros ya sabéis, yo lo que hago es música y sonidos generados por ordenador, es decir, que ni toco instrumentos ni canto ni nada parecido, sólo trabajo son softwares que crean notas musicales mediante programación. Para que os hagáis una idea: es como trabajar en MSdos y cada comando que escribimos equivale a un sonido concreto y a una nota musical.
Una de mis últimas creaciones más que música es sonido, y lo digo con conocimiento de causa porque he conseguido crear una pista de audio que mezcla sonidos muy similares a los que podemos encontrar en la naturaleza con ritmos base de percusión que crean la ilusión de estar pensados para acompañar a una melodía inexistente. Sé que es difícil de comprender pero si lo oyerais sabríais de qué os hablo y además es realmente interesante porque he conseguido más ingresos con esa ceración que con otras muchas que yo pensaba que tendrían una acogida mayor.
Tampoco es que pretenda ser compositora de éxito haciendo esto, pero la verdad es que me gano bien la vida. Normalmente trabajo para investigadores de sonido que quieren crear ciertos grupos musicales para trabajarlos en otros contextos a modo de terapias o para ver las reacciones de la gente, pero también trabajo creando bases para DJ´s de la zona e incluso para psicólogos que me dicen qué es lo que quieren exactamente qué suene en sus sesiones de tratamiento con sus pacientes y yo lo plasmo en una pista con partitura virtual.
A muchos les sorprende mi trabajo y a otros directamente no les interesa nada pero, sea como sea, yo he encontrado mi medio de vida, un medio de vida que me gusta y me llena por dentro así que si alguien tiene la suerte de trabajar en lo que le gusta sabrá a qué me refiero.
