Llevar nuestros instrumentos de aquí para allá cada vez que vamos a dar un concierto o a veces incluso para grabaciones o meros ensayos puede ser toda una odisea. Por carretera puede ser un viaje estresante debido a problemas de espacio, así como continuos baches en carreteras con problemas en el asfalto. Todo se multiplica si encima debemos desplazarnos en avión, pues si por algo se caracterizan las compañías de vuelo, es por no ponerlo muy fácil en la mayoría de los casos.
Por ello te dejamos aquí algunas recomendaciones a tener en cuenta y sobre todo normativa de vuelo referente a la facturación de instrumentos musicales.
Nuestras guitarras, violines, baterías, amplificadores y demás elementos requieren de un cuidado extremo dada su fragilidad y su elevado coste. Si además nuestro instrumento musical es pesado y de gran tamaño, las medidas deberán elevarse, dada su complicada movilidad. Por ello es de vital importancia que por mínimo que sea el desplazamiento, a mayor envergadura, nuestros aparatos musicales e instrumentos vayan protegidos de la manera más acertada. Está demás decir, que siempre es necesario que se lleven en sus fundas, pero si además vamos a realizar continuos viajes con ellos, es recomendable que no escatimemos en gastos y obtemos por las que ofrezcan mayor resistencia a los golpes, absorban cualquier choque y se compongan del material de mayor calidad.
En carretera, cuando viajamos en las míticas caravanas que nos desplazan por la geografía del país, de concierto en concierto, puede ser normal, y más si cubrimos una ruta de pueblos de España, encontrarnos con carreteras en mal estado, y que a una velocidad algo elevada puedan provocar movimientos bruscos del coche que ocasionen caídas, golpes en los instrumentos y con ellos imperfecciones o desperfectos molestos. La solución pasaría por mantenerlas bien asfaltados, para lo cual recomedaríamos nuevas técnicas como la de asfaltado en frío, que ofrecen empresas como Aglomerados GB, que ofrece numerosas ventajas como su rápida imprimación o la compatibilidad con todo tipo de asfaltos. Pero esa no es nuestra competencia así que por nuestra parte lo único que podemos hacer es asegurarnos de que los instrumentos se depositan de la manera más adecuada para impedir su constante bamboleo o desplazamiento por el maletero o espacio que ocupen en el vehículo.
En cuanto al avión, lo más recomendable es indicar directamente a la compañía que viajaremos con un isntrumento musical, pues muchas de ellas suelen poner pegas cuando son facturados como equipaje de mano sin aviso previo y para evitarnos problemas y sobre todo gastos de última hora.
Aunque como decimos, cada compañía tiene su propia normativa en estos casos, en general podemos incluir como equipaje de mano todo aquel instrumento musical que tenga las dimensiones apropiadas para ser guardado en el compartimento de equipaje de la cabina.
En cuanto a los instrumentos de mayores dimensiones, deberán viajar en bodega. Nos referimos a aquellos que superen los 32 kg. de peso o que excedan los 158cm de largo, alto o ancho. En estos casos si que es inevitable que se comunique con antelación a la compañía pues existen restricciones y limitaciones de espacio, por lo que deberán ser tenidos en cuenta con antelación.
Para aquellos instrumentos que excedan estas medidas, podrán viajar con nosotros en cabina, siempre que no pesen más de 46kg. O midan más de 290 cm. De longitud. En estos casos tendremos que pagar un importe extra, en muchos casos otro pasaje y lo más conveniente es que sean colocados en el asiento de al lado.
Sea cual sea la opción en la que nos encontremos a la hora de volar con nuestro instrumentos, no olvides nunca que la posibilidad de que sufran golpes o desplazamientos es más elevada y que por ello deberás tomar mayores medidas a la hora de empaquetarlos. Introdúcelos en su funda y no escatimes a la hora de embalar esta también con plástico protector que pueda aislar los rasguños o cortes.