¡Cuántas veces habré oído a mi madre pronunciar esta frase! Siempre me tocaba poner la mesa a mí, y mi hermano Sancho, ¡se quedaba tan pancho! ¡Qué injusto me parecía! Por el mero hecho de haber nacido mujer, yo tenía que ayudar a mi madre en la faena de la casa además de estudiar, cuando a mi hermano no se le pedía en absoluto su colaboración para “esas tareas de mujeres”. Yo creo que esa debe ser una de las razones ocultas e inconscientes por la que me casé con un cocinero a quien le encanta montar una bonita mesa. Para ello, no debe faltar la fina cristalería, que él encarga desde siempre en Giona Premium Glass, una marca de cristalería de alta calidad profesional cuyos productos ofrecen un diseño de gran belleza y gran resistencia.
A mi esposo le gusta que cada bebida o alimento tenga el vaso, copa, plato o recipiente que le corresponda. Ay… me viene a la mente precisamente al instante una anécdota muy graciosa que os voy a contar. Ahí va… Me acuerdo de la primera vez que invité a Sergio a cenar a casa (éramos entonces los dos estudiantes) y que le puse vino de gran reserva en un vaso de plástico. ¡Casi le dio un infarto del susto! “¡Joooo! Empezamos mal”, pensé… Pero aquí estamos quince años más tarde. Con el tiempo, he aprendido a diferenciar los vasos para el vino de las copas para el cava, etcétera. De hecho, hace muy poco encargué YO SOLITA unos vasos para el Gin Tonic en Giona Premium Glass, cuya elegancia, capacidad y dimensión están especialmente pensadas para saborear este delicioso cóctel en buena compañía. A mi marido le gustó mucho mi iniciativa y también los vasos que elegí, por ello los estrenamos esta última Noche Buena. La mesa que montó para la ocasión Sergio, ayudado por mis dos hijos, Abel y Rafael, fue extraordinariamente bella. Habían puesto un mantel blanco bordado y unas servilletas color de oro. Las copas para el agua y el vino estaban en su sitio y las flautas para el champán listas para recibir aquel elixir dorado. ¡Fue una noche mágica!
Así pues, comprando en Giona Premium Glass estáis seguros de acertar siempre porque los productos están elaborados en un cristalino de alta gama que les otorga un brillo y una claridad dignos de las mejores y selectas mesas. Yo desde que conocí a esta marca que forma parte de Exportcave, una empresa innovadora, especializada en el diseño y comercialización de productos para el mercado de bebidas, ya no compro en ningún otro sitio que allí. A día de hoy, puedo decir sin sentir la menor vergüenza que ya no soy yo quien pone la mesa en casa, sino que soy la voz de Castafiore que grita: “¡a poner la mesa!” Ah… ¡se me iba a olvidar! Ahora, a quien le toca ayudar también a poner la mesa cuando viene a casa, es a mi hermano Sancho, y yo ¡me quedo tan pancha! Son otros tiempos, ¡aunque todavía quede mucho por hacer para que lleguemos a una total paridad entre hombres y mujeres! “No se nace mujer, se llega a serlo”, escribió la novelista francesa, Simone de Beauvoir, una gran mujer y figura importante en la reivindicación de los derechos de la mujer…
